(CNN) – Los aliados de Donald Trump en el Senado de EE.UU. se apresuran a defender a Tulsi Gabbard, su elegida como directora de Inteligencia Nacional, en lo que podría convertirse en la próxima prueba del intento del presidente electo de instalar candidatos provocadores, y de cualquier apetito republicano por detenerlo.
Gabbard y otra polémica elección de Trump —Pete Hegseth, quien fue elegido como próximo secretario de Defensa— quedaron bajo un mayor escrutinio este domingo cuando la atención se desplazó de Matt Gaetz, la derrocada elección de Trump para ser secretario de Justicia.
En el programa “State of the Union”, de CNN, la senadora demócrata Tammy Duckworth advirtió sobre Gabbard: “Creo que está comprometida”. La senadora de Illinois mencionó la visita de Gabbard al presidente de Siria, Bashar al-Assad, en 2017, y las posiciones políticas en las que pareció reflejar los puntos de conversación de la propaganda rusa.
Pero el senador republicano Markwayne Mullin, hablando con Dana Bash en el mismo programa, dijo que tales afirmaciones eran “ridículas” y “totalmente peligrosas” y pidió a Duckworth que se retractara.
El extraordinario debate público sobre si la persona elegida por un presidente electo para supervisar las agencias de inteligencia de Estados Unidos es un activo comprometido, es un anticipo de la enorme conmoción que probablemente le espera el año próximo en su segundo mandato.
Preguntas clave al iniciarse la semana de Acción de Gracias
Pero está lejos de ser la única pregunta que el regreso político de Trump dejó rondando Washington de cara al feriado de Acción de Gracias esta semana.
- La elección de Trump de Hegseth también enfrenta incertidumbre tras la publicación, la semana pasada, de un informe policial de 2017 que detalla una supuesta agresión sexual en California. El expresentador de Fox News dice que el encuentro con una mujer en California fue consensuado. Niega haber cometido algún delito y no ha sido acusado.
- Una gran incógnita es si los senadores republicanos están nuevamente dispuestos a desafiar el juicio de Trump después de que rápidamente quedó claro que Gaetz no tendría suficientes votos para ser confirmado en medio de sus propias acusaciones de conducta sexual indebida, que él niega.
- Una teoría es que la mayoría republicana entrante no será simplemente un sello de aprobación para un presidente todopoderoso. Pero la retirada de Gaetz, que ya era ampliamente rechazado en el Congreso, puede dejar a los senadores con la sensación de que le deben al presidente electo sus otras decisiones altamente controvertidas.
- Mientras tanto, la nueva designación de Trump para secretaria de Justicia, Pam Bondi, está siendo bien recibida por muchos republicanos, lo que sugiere que tendrá un camino más fácil hacia la confirmación que Gaetz. Pero la promesa anterior de la ex fiscal general de Florida de que “los fiscales serán procesados” generó expectativas de que el presidente electo planea seguir adelante con su promesa de usar los poderes del Departamento de Justicia para buscar venganza contra quienes lo han investigado, incluido su intento de robar las elecciones de 2020.
- La sensación de que el presidente electo habla muy en serio sobre su promesa de desmantelar el Gobierno se vio reforzada por la elección el viernes por la noche de Russell Vought para dirigir nuevamente la Oficina de Administración y Presupuesto. Vought fue uno de los autores clave del Proyecto 2025, el plan conservador que Trump desautorizó durante la campaña electoral y que implicaba una defenestración de la burocracia. Trump ya le encargó al pionero de Tesla, Elon Musk, y al exprecandidato en las primarias del Partido Republicano Vivek Ramaswamy que diseñaran recortes gubernamentales masivos.
- Ahora que la mayoría de las principales propuestas de Trump ya están listas, a la espera de la designación y confirmación oficiales, la atención se está centrando en el impacto que podría tener una ofensiva política planeada y su exhibición de poder dentro de Estados Unidos y en todo el mundo. Por ejemplo, si bien optó por una disrupción masiva en algunas áreas, varias de sus propuestas económicas cuentan con el apoyo de Wall Street, incluido el administrador de fondos de cobertura Scott Bessent para el Tesoro y Howard Lutnick, el jefe del gigante de servicios financieros Cantor Fitzgerald, para secretario de Comercio. Probablemente tendrán la tarea de aliviar los temores en los mercados sobre las alzas de aranceles planeadas por Trump, que están diseñadas para perjudicar a los competidores comerciales extranjeros, pero que podrían disparar la inflación y perjudicar a los consumidores estadounidenses.
- Después de una semana de alarmantes escaladas en la guerra en Ucrania, la promesa de Trump de poner fin a los combates se está convirtiendo en una de las primeras grandes pruebas de política exterior de su nuevo mandato. El asesor de Seguridad Nacional entrante, el representante Mike Waltz , preguntó en “Fox News Sunday”: “¿A dónde va esta escalada?”.
El republicano de Florida agregó que el conflicto había degenerado en una guerra de trincheras tipo la Primera Guerra Mundial y que Trump estaba “increíblemente preocupado por la carnicería que está teniendo lugar allí. Y… ¿cómo restauramos la disuasión y cómo traemos la paz?”.
Trump prometió poner fin a la guerra rápidamente, pero hay temores en Ucrania de que presente un acuerdo que valide la invasión ilegal del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a una democracia soberana al permitir que Moscú conserve vastas franjas de territorio que confiscó.
- El ritmo de la designación del personal de Trump y la ideología de sus candidatos sugieren que un torbellino político azotará la capital cuando tome posesión, el 20 de enero. Pero después de que Trump ganó el Colegio Electoral y el voto popular, los republicanos –que ganaron el control tanto del Senado como de la Cámara de Representantes– insisten en que tiene autoridad para realizar cambios radicales. Sin embargo, la aparente determinación de Trump de usar el poder para satisfacer su venganza personal plantea la cuestión de si su administración estará lo suficientemente concentrada como para llevar a cabo la reinvención radical del Gobierno que está prometiendo. Y después de una elección que giró en parte sobre la cuestión de las inseguridades económicas de los votantes, ¿está el presidente electo a punto de intentar el tipo de extralimitación que a menudo hace tropezar a los presidentes que creen que tienen un mandato?
Gabbard se perfila como la próxima polémica en la confirmación
La elección de Gabbard como directora de Inteligencia Nacional resume la profunda desconfianza de Trump hacia las agencias de inteligencia que está convencido de que conspiraron contra él durante la investigación de Rusia durante su primer mandato.
Gabbard, excongresista demócrata por Hawai, tiene muy poca experiencia trabajando con inteligencia de alto nivel y adoptó posiciones opuestas a las de la comunidad de espionaje estadounidense. Defendió a Julian Assange y Edward Snowden, responsables de dos de las mayores filtraciones de información sobre seguridad nacional de Estados Unidos del siglo XXI. También expuso argumentos sobre las guerras en Ucrania y Siria, que parecían más cercanos a las posiciones de política exterior del Gobierno ruso que a las del Gobierno estadounidense.
Y CNN informó el viernes que Gabbard había sido incluida en una lista de vigilancia de la Administración de Seguridad del Transporte, lo que, incluso si fuera por razones benignas, sería muy inusual para un candidato a un puesto importante.
La aspirante a la candidatura presidencial demócrata de 2020 adoptó ahora la filosofía de Trump de “Estados Unidos primero”. Los demócratas parecen ver su elección como algo vulnerable, o al menos como una oportunidad para hacer que Trump pague un precio político por haberla elegido, mientras buscan ganar terreno tras una elección desastrosa.
Duckworth, quien dijo que había dudas sobre si Gabbard era una agente rusa, agregó: “Creo que tenemos una profunda preocupación sobre si ella es o no una persona comprometida… La Comunidad de Inteligencia estadounidense la ha identificado como una persona que tiene relaciones problemáticas con los enemigos de Estados Unidos. Y por eso, mi preocupación es que no pudo pasar una verificación de antecedentes”.
El senador electo Adam Schiff, de California, quien sirvió en la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes hasta que el liderazgo del Partido Republicano lo expulsó el año pasado, también criticó la designación de Gabbard, describiéndola el domingo en el programa “Meet the Press”, de NBC, como “alguien con un juicio muy cuestionable y sin experiencia”, al tiempo que mencionó su visita a Siria.
Pero Mullin, quien había cuestionado la elección de Gaetz, defendió enérgicamente a Gabbard frente a Duckworth. “Es incorrecto que ella diga palabras ridículas y abiertamente peligrosas como esas”, dijo el republicano de Oklahoma en “State of the Union”. Dijo que Gabbard “comanda una unidad de reserva aquí en Oklahoma y Missouri. Si estuviera comprometida, si no pudiera pasar una verificación de antecedentes, si no pudiera hacer su trabajo, aun así no estaría en el Ejército”.
El senador de Missouri, Eric Schmitt, también defendió a Gabbard, diciendo en NBC: “Creo que es realmente interesante que cualquiera que tenga una opinión política diferente ahora sea considerado un activo ruso. Es totalmente ridículo”. El senador republicano dijo que tales acusaciones eran insultantes. “Es un insulto, francamente”, agregó.
Y el senador de Tennessee ,Bill Hagerty, dijo en el programa “This Week”, de ABC News, que si bien no estaba de acuerdo con Gabbard en todo, ella sería responsable de implementar las políticas de Trump, no sus propias opiniones. “El presidente Trump despedirá a las personas que no hagan bien su trabajo”, dijo Hagerty, quien se desempeñó como embajador de Trump en Japón durante su primer mandato.
Aun así, está claro que hay cierta inquietud sobre las calificaciones de Gabbard entre los senadores republicanos a quienes se les pedirá que la confirmen una vez que sea designada oficialmente cuando Trump asuma la presidencia.
“Tendremos muchas preguntas”, dijo el senador de Oklahoma, James Lankford, a Bash en “State of the Union”. Agregó: “Se reunió con Bashar [al-] Assad . Queremos saber cuál era el propósito y cuál era la dirección que tomó como miembro del Congreso. Queremos tener la oportunidad de hablar sobre comentarios anteriores que hizo y ponerlos en contexto completo”.
Bondi demuestra que, si bien Trump no tendrá a Gaetz, aún podría buscar venganza
Pero Lankford tenía pocas reservas sobre la elección de Bondi por parte de Trump, quien amplificó las falsas afirmaciones del presidente electo sobre fraude electoral en 2020 y sus afirmaciones de que el Departamento de Justicia fue utilizado como arma en su contra.
“Creo que es totalmente apropiado que Pam Bondi o quien sea secretario de Justicia intervenga y diga: ‘No vamos a permitir que alguien intente socavar al presidente de Estados Unidos en este Departamento de Justicia’”, dijo Lankford a CNN. “Hay que ser realmente equilibrado y tener justicia, no atacar al presidente”.
La elección de Bondi se produce en un momento en que el equipo de Trump da señales de que pretende sustituir a Christopher Wray , el director del FBI, a quien todavía le quedan tres años de mandato. El presidente electo lleva mucho tiempo argumentando que la agencia conspiró en su contra, especialmente después de las acusaciones en su contra por acaparar documentos clasificados en su resort de Mar-a-Lago después de dejar el cargo y por su intento de mantenerse en el poder a pesar de perder las elecciones de 2020.
Un posible nuevo director del FBI es Kash Patel, uno de los partidarios más francos de Trump, que fue jefe de gabinete del ex secretario de Defensa interino durante el primer mandato. Patel es considerado uno de los defensores más vehementes del movimiento MAGA de Trump, pero múltiples fuentes familiarizadas con el proceso de transición de Trump expresaron una profunda preocupación por la posibilidad de que pudiera ser designado, informó la semana pasada Kaitlan Collins, de CNN. Un puesto como director del FBI pondría a Patel en posición de investigar a los enemigos de Trump y purgar a los funcionarios de carrera que él y el presidente electo creen que son parte de un “Estado profundo” corrupto.
Una opción podría ser elegir a alguien más fácil de confirmar para el puesto principal y que Patel se desempeñe como subdirector, informó CNN la semana pasada. Pero eso dejaría todavía en el aire la pregunta de quién es aceptable para Trump y al mismo tiempo es confirmable en el Senado.
Patel no dejó ninguna duda en el programa “Sunday Morning Futures”, de Fox Business, de que buscaría volver a litigar las investigaciones pasadas. “Publiquen los documentos. Presenten las pruebas. Solo hemos llegado a la mitad del agujero del Rusiagate”, dijo Patel. “La gente necesita saber que su FBI ha sido restaurado al saber perfectamente lo que hicieron para vigilarlos ilegalmente. La gente necesita saber que se ha producido una desarticulación, un debilitamiento del Departamento de Justicia y que sus lugares de culto ya no serán allanados”.